Si te apetece ponerte un poco más cachondo entre las sábanas, quizá te interese aprender a ser dominante en la cama. Nosotros tenemos la información.
Cuando se trata del dormitorio y de la vida en general, siempre hay alguien que es más dominante que su pareja. Ahora bien, eso no es algo bueno o malo, ni se trata de aprender a ser dominante en la cama o sumiso. Simplemente es algo que se disfruta, y eso está bien.
A veces, puedes ser dominante en la vida. Sin embargo, cuando se trata de sexo, puedes ser sumiso.
Además, tu dominancia puede variar dependiendo de quién sea tu pareja. A veces, si sueles ser dominante en la cama, conocer a alguien que también lo es te hace más sumiso, o… podrías convertirte en una bestia salvaje.
De cualquier forma, si la dominación sexual es algo sobre lo que estás interesado en aprender más, has venido al lugar adecuado.
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¿Qué es la dominación sexual?
En esencia, la dominación sexual consiste en tener el control. En este tipo de relación sexual, hay un dominante y un sumiso. El sumiso, como su nombre indica, se someterá a la voluntad del dominante en aras del placer.
La dominación y la sumisión sexuales deben ser acuerdos consensuados entre la pareja que permitan a ambos explorar sus límites sexuales y el placer en un entorno sano y seguro.
Por qué aprender a ser dominante en la cama puede ayudar a tu vida sexual
Hay demasiadas personas que son calladas o incluso tímidas en la cama. No le dicen a su pareja lo que quieren o lo que les hace sentir bien y sufren mucho. No se excitan tan a menudo y, la verdad, eso puede ser frustrante.
Así es como aprender a ser dominante en la cama puede realmente ayudar a tu vida sexual. Todos sabemos lo difícil que puede ser abrirse y hablar con alguien, así que al adoptar esta personalidad dominante, puedes hacerlo mucho más fácilmente.
Al ordenar a tu pareja que haga algo específico, no sólo aprenderá lo que te gusta, sino que tú conseguirás exactamente lo que quieres.
Pero también se trata de adoptar un personaje diferente y jugar con sus limitaciones. De este modo, puedes aprender cosas nuevas que te gustan en la cama y que nunca antes se te habían ocurrido.
Cosas a tener en cuenta de antemano
Aprender a ser dominante en la cama requiere una cuidadosa reflexión previa. Así que, si estás pensando en intentarlo, asegúrate de reflexionar primero sobre estos puntos.
1. Háblalo primero con tu pareja
El problema de aprender a ser dominante en la cama es que probablemente no lo seas ya, lo que significa que tu pareja podría llevarse un gran susto cuando decidas ponerte exigente. Por eso, probablemente deberías hablarlo un poco antes.
Antes de decidir hasta dónde quieres llevar tu comportamiento dominante, averigua si tu pareja está dispuesta a ello. Menciónalo brevemente y comprueba si se siente cómodo con la idea.
2. Empieza poco a poco y ve subiendo
No entres en el dormitorio dando latigazos sin más. Tómate tu tiempo y empieza con algo más sutil.
Mover las manos de tu pareja hacia donde quieras y susurrarle sexy al oído es un buen punto de partida.
3. Haz sólo aquello con lo que te sientas cómodo
No empieces a soltar frases que has buscado en Internet. Así no se es dominante en la cama. Llega hasta donde te sientas cómodo.
Si realmente te sientes incómodo mientras le das órdenes a tu pareja, será obvio y mucho menos efectivo.
Cómo no cruzar ningún límite
Hay diferentes niveles de dominación y es importante que ambos estéis cómodos con el nivel en el que os encontráis y que no vayáis más allá de lo que ninguno de los dos se sienta cómodo. Entonces, ¿cómo puedes asegurarte de que no cruzas ningún límite?
Un buen punto de partida es una conversación. Habla sobre la dominación y lo que significa para ambos. Establece de antemano las expectativas de ambas partes y las limitaciones que quieras poner. Ni que decir tiene que éstas deben respetarse SIEMPRE.
También es buena idea inventar una palabra de seguridad. Así, si alguno de los dos se siente incómodo en algún momento y quiere parar, sólo tiene que decirlo y todo se detendrá.
La comunicación regular también es clave.
Cómo ser dominante en la cama
Si has leído hasta aquí y tienes curiosidad, es hora de que aprendas cómo ser dominante en la cama.
Porque alguien tiene que serlo… así que, ¿por qué no tú?
1. Hazlo porque quieres
Si realmente no te sientes cómodo siendo un dom, entonces no lo hagas. Si tienes curiosidad, creemos que deberías intentarlo.
Pero, al fin y al cabo, deberías querer hacerlo por ti y no por tu pareja.
2. Conoce hasta dónde está dispuesta a llegar tu pareja
Antes de mantener relaciones sexuales, tienes que decidir con qué te sientes cómodo.
¿Hasta dónde está dispuesta a llegar tu pareja y hasta dónde estás dispuesta a llegar tú? Son dos preguntas muy importantes que hay que responder antes de hacer nada.
3. Tres niveles de dominación
Hay tres niveles de dominación. Dependiendo de lo que tú y tu pareja decidáis, empezaréis con una dominación suave, moderada o agresiva.
No necesitas empezar con dominación agresiva, puedes empezar suavemente e ir subiendo.
a. Suave
Si eres completamente nuevo y aún no sabes cómo ser dominante, entonces empieza con una dominación suave. No necesitas empezar con esposas de inmediato. Esto te dará algo de tiempo para tantear lo que te interesa.
Ser suave significa hablar sucio, empujar a tu pareja contra la pared, tirar del pelo y mangonear.
b. Moderada
La dominación moderada es divertida; es lo que la mayoría de la gente desea cuando es dominada por primera vez. Este tipo de dominación implica azotes, mordiscos, esposas, negación del orgasmo y lubricante caliente.
La mayoría de la gente practica una dominación moderada, así que puede que tu pareja tenga experiencia hasta este punto. Lo cual es bueno, ya que será capaz de enseñarte las cuerdas, sin juego de palabras.
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c. Agresivo
Se trata de ser dominante y agresivo en el dormitorio. La dominación agresiva significa BDSM, asfixia, degradación y arcadas. No serás capaz de alcanzar este nivel de inmediato, esto realmente toma algún tiempo para entender lo que te gusta y lo que no.
No te lo recomendaríamos de inmediato a menos que hayas fantaseado mucho con ello. Además, puede que ninguno de los dos quiera probarlo nunca, y no pasa nada.
4. Lleva tiempo desarrollar la dominación
Escucha, aprender a ser dominante puede ser algo completamente nuevo para ti, así que no esperes ser la dominatrix definitiva en dos días. Esto lleva tiempo y experiencia.
No te presiones para rendir. Tómate tu tiempo y déjate llevar.
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5. Ten una palabra de seguridad
Necesitarás una palabra de seguridad. No sólo para tu pareja, sino también para ti. Asegúrate de que la palabra de seguridad no sea una palabra que pueda decirse fácilmente durante el sexo. Por ejemplo, no hagas que tu palabra segura sea «polla».
Por favor, no lo hagas. Que sea algo como piña o repollo. A menos que vayas a usarlas en la cama, entonces elige otra palabra.
6. Ponte lo que te haga sentir dominante
No necesitas llevar pantalones sin tirantes o una gargantilla para ser dominante. También puedes ser igual de dominante estando completamente desnuda. Lo único que debe preocuparte es llevar algo que te haga sentir sexy, segura de ti misma y dominante.
Si sientes estas cosas cuando llevas un delantal, póntelo. Lo importante es que te sientas libre con lo que llevas puesto.
7. Comunícate
Cuando estás aprendiendo a ser dominante en la cama, necesitas aprender comunicación. Tienes que ser comunicativo con tu pareja.
Esto significa que tienes que asegurarte de que se siente a gusto y de que obtiene lo que quiere de la experiencia. Al mismo tiempo, tienes que asegurarte de que también se satisfacen tus necesidades.
8. Más no significa mejor
La gente siempre piensa que cuanto más hagas en la cama, mejor será el sexo. Pero eso no es cierto. Ser dominante no significa que tengas que vestirte de látex negro y gotear cera de vela en la espalda de tu pareja.
Bueno, puedes hacerlo; eso no es malo. Sin embargo, si eso es demasiado extremo para ti, no pasa nada. No hay una forma correcta o incorrecta de dominar a alguien. Se basa puramente en lo que os hace sentir bien a los dos.
9. Úsalo todo
Para ser dominante puedes utilizar casi cualquier cosa: juguetes sexuales, velas, látigos, cuerda, fruta… lo que quieras. Por supuesto, tienes que asegurarte de que tu pareja está de acuerdo. Pero si lo hacen, pues no te contengas.
10. Aprende primero lo que te gusta
No puedes decirle a tu pareja que haga algo si no estás seguro de lo que siente, ¿verdad? Nuestro consejo es que te ocupes de ti mismo y descubras qué es lo que mejor te sienta.
Entonces podrás dirigir a tu pareja en la cama con mucha más precisión.
11. Ten confianza
Si realmente quieres saber cómo ser dominante en la cama, tienes que aumentar tu nivel de confianza. Tienes que estar seguro de lo que dices. De lo contrario, puede resultar incómodo y no surtirá el efecto deseado.
Es decir, no sentirás el placer que deseas.
12. Empieza en los preliminares
La mejor forma de mostrar tu dominio es desde el principio de vuestras aventuras sexuales. Ponte mandón desde el principio durante los preliminares. Asegúrate de que tu pareja sabe lo que quieres desde el principio y sentirás cómo el placer se intensifica a medida que te involucras más.
Esto también marcará la pauta para el resto de la sesión.
13. Si eres demasiado tímido para hablar, guíales con tus manos
No te preocupes por ser tímido. Si aún no te sientes cómodo siendo exigente verbalmente, ponte exigente físicamente. Coge las manos de tu pareja y guíalas hacia donde quieras.
Puedes seguir siendo exigente en el dormitorio aunque estés en silencio.
14. Empieza por decirles lo que te gusta
Otra forma de facilitar tus exigencias es empezar diciéndoles cuándo te gusta algo.
Asegúrate de que saben que están haciendo lo correcto. Algo tan sencillo como «qué bien te sientes, sigue así» es más que suficiente para llevarles en la dirección correcta sin dejar de ser dominantes.
15. Susúrrale al oído lo que quieres
¿Quieres aprender a ser dominante en la cama? Acércate a su oído y susúrrale con sensualidad lo que quieres de ella. Puedes combinarlo con decirle lo que te hace sentir bien.
Acércate y susúrrale algo como: «Me encanta cuando me tocas ahí. Hazlo otra vez». Dominante, pero sutil.
16. Empieza a exigirles
Si todo te va bien, empieza a exigir lo que quieres. Diles lo que tienen que hacer y sé asertivo.
Este tipo de dominación puede ser mucho si no estás acostumbrado. Así que hazlo con calma y asegúrate de que ellos también están contentos con lo que haces.
17. Mide cómo se lo toma
Es importante recordar que tu pareja puede no entender tu dominación al principio. Podría tomárselo como un comentario negativo sobre su capacidad para complacerte. Así que mide cómo se sienten cuando empieces y trabaja a partir de ahí.
18. Acostúmbrate a dominar
Entendemos que puede resultar un poco extraño ordenar a tu pareja que haga algo, pero tienes que acostumbrarte.
Si de verdad quieres que merezca la pena, tienes que sentirte bien haciéndolo. Así que practícalo a menudo. Incluso puedes empezar a ser dominante fuera del dormitorio si eso te ayuda cuando te pongas manos a la obra.
19. Hazle saber que está haciendo lo correcto
Algunas personas son demasiado exigentes en la cama y eso puede desanimar a su pareja. El hecho de que des órdenes a tu pareja no significa que no puedas animarla al mismo tiempo.
Hazle saber si está haciendo exactamente lo que quieres para que pueda recibir ese impulso de confianza.
20. Mantén el contacto visual
El contacto visual es extremadamente poderoso y cuando lo haces con esa mirada dominante y severa y algunas palabras fuertes, causará una gran impresión en tu pareja.
Por supuesto, el contacto visual no significa mirar fijamente. Puedes apartar la mirada de vez en cuando. Conseguir ese equilibrio es clave para saber cómo ser dominante en la cama, así que empieza a practicar.
21. Prueba a tirar del pelo
Una de las formas más fáciles de dominar es tirando del pelo. No les tires del pelo, ya que eso es poco menos que doloroso para los ojos, pero un tirón mientras estás en plena acción puede ser extremadamente sexy.
22. Aplica los honoríficos
Esto significa que te llamarán «señor», «señora» o como quieras que te llamen. Sin embargo, normalmente es un título de rango e importancia. A algunas personas les resulta útil tener un título como este cuando están en modo dominante porque les ayuda a ‘salirse’ de su persona habitual.
23. Habla groseramente
No tengas miedo de ser todo lo guarro que quieras, siempre que eso no moleste a tu pareja. Hablar sucio es uno de los pilares de la dominación y lleva los límites un poco más allá de los encuentros sexuales normales.
Por supuesto, no todo el mundo se siente tan cómodo con ello, así que ve subiendo poco a poco. Incluso puedes practicar en el espejo.
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24. Utiliza el peso de tu cuerpo
Si no te gusta el bondage o no es algo que tu pareja quiera probar, puedes utilizar el peso de tu cuerpo como alternativa.
Esto es menos restrictivo porque no se siente tan indefenso como estar atado con esposas, etc. Sin embargo, sigue produciendo el mismo efecto.
25. No abuses de la dinámica
Recuerda que se trata de una experiencia sexual que compartes con tu pareja dentro de una relación amorosa. No lo utilices como motivo para manipular o como excusa para hacerles sentir mal.
Hacerlo es simplemente abusar de la dinámica y abusar de la confianza de tu pareja.
26. No olvides los cuidados posteriores
Es importante abrazar y mostrar afecto a tu pareja después de un periodo de dominación en el dormitorio. La experiencia puede ser muy fuerte y un poco de cariño ayuda a calmar y a que todo vuelva a la normalidad. También puedes masajear a tu pareja si ha estado esposada y le duelen los brazos, etc.
Esta también es una buena oportunidad para comprobar entre vosotros si ambos lo habéis disfrutado y si queréis volver a intentarlo, o no.
Nunca lo sabrás si no lo intentas
La dominación es algo que probablemente no sabrás si te gusta o no hasta que lo pruebes. Puede ser una forma muy divertida de explorar tus preferencias sexuales, pero tampoco es para todo el mundo.
Habla con tu pareja para ver si le apetece probarlo contigo. Al fin y al cabo, el sexo tiene que ser divertido, y si los dos tenéis ganas de variar, ¡es un buen punto de partida!
Ahora que ya sabes cómo ser dominante en la cama, es hora de que lo pruebes. Diviértete con ello. Sabemos que parece un papel muy serio, pero el sexo consiste en divertirse… así que relájate.